Los símbolos son autoconscientes y trabajan según el nivel evolutivo de cada uno.
Amén del trabajo de transmutación, sanación y armonización del sistema de chakras
y de alineación de los cuerpos sutiles, los nuevos símbolos traen sanación a un nivel más profundo del Ser, trabajando a nivel multidimensional para:
Transmutar implantes involutivos y autoimplantes adquiridos en este plano o en otras dimensiones.
Activar en nosotros la energía de la “Shekinah”: el divino femenino, la Diosa,
la Madre Universal.
Limpiar de larvas y parásitos nuestros cuerpos inferiores.
Liberar energías infrahumanas.
Hay dos símbolos de cirugía espiritual para liberarnos de energías malignas instaladas en nuestros cuerpos inferiores.
Ayuda a trabajar traumas profundos de esta vida o vidas pasadas que nos llevan hoy a estados de adicción, dependencia y autodestrucción.
Sana a través del tiempo y el espacio reprogramando nuestro ADN restaurando los patrones energéticos divinos de cada ser.
Nos ayuda a transmutar sentimientos de separación y desintegración, de “no ser merecedores” “no estar a la altura de las circunstancias” reconectándonos con nuestro Yo Superior, con la Fuente de amor y vida en nosotros y alrededor de nosotros.
Trabaja multidimensionalmente asistiéndonos para recordar nuestro Plan Divino o propósito de la presente encarnación.
Tiene símbolos específicos para tratar los problemas de hiperactividad y falta de concentración en los seres llamados “índigos”.
Tiene un símbolo específico de liberación kármica.
Tiene un símbolo llamado de la “inmortalidad” que purifica y recodifica nuestras células rejuveneciéndolas. Resucita nuestra célula Madre Divina.
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